Llega la fiebre del 23 de Abril, famoso día de la batalla de Villalar, «día de Castilla», o de la «Comunidad Autónoma de Castilla y León». Ya están pegados los carteles que suplican nuestra asistencia a la gran fiesta del politiqueo que se celebra en Villalar.
Nos parece importante analizar un detalle que para algun@s puede parecer obvio: ¿Qué se celebra?. Esta pregunta puede tener muchas respuestas. Por un lado están el gobierno de la «Autonomía» (que en el fondo no deja de ser un Estado) que como es lógico, celebra el día de la autonomía de Castilla y León. De cerca le siguen las fuerzas políticas y sindicales «representativas». Todos ellos aprovechan la ocasión para hacer propaganda, poner un chiringuito, y de paso darse un gran baño de multitudes. Y luego vienen los nacionalistas, que por supuesto, celebran el día de «la Patria Castellana».
Como el eje fundamental de la fiesta es para estos últimos la reivindicación del nacionalismo, creemos conveniente hacer una síntesis de los que es el nacionalismo es en esencia. Lo primero a concretar es que el nacionalismo no es en sí una ideología, carece de base ideológica, por lo que acaba apoyándose en una ideología ya sea de derechas o de izquierdas siendo ambos casos igualmente frecuentes.
El nacionalismo se materializa dentro de unas fronteras, y se organiza en un Estado, lo que lleva a que las naciones no garantizan la libertad de los individuos que las componen. Los Estados, ya sean democrático-parlamentarios, socialistas, etc., imposibilitan la fraternidad y el apoyo mutuo entre las personas, la abolición de las clases y la igualdad social. En suma, el nacionalismo es capaz de conseguir que un trabajador se sienta más afín a un empresario de su región que a otro trabajador de cualquier lugar del mundo.
El nacionalismo se basa en esplendores pasados o en diferencias raciales o étnicas ficticias, pero lo que es más importante, en ningún caso puede dar respuesta a las necesidades de las personas que somos individualidades a respetar y por encima de todo, soberanas.
Es hasta redundante y pesado decir que el nacionalismo junto con la religión conforman la peste que más cruelmente se ha cebado con la humanidad, provocando incesantes guerras desde el pasado más remoto. ¿Por qué los nacionalistas usan la cultura tradicional para reafirmar sus creencias? Quizá pretendan tocar la fibra sensible de la población rural, más cercana a esta cultura, o de las personas que aún disfrutan de una música que está en trance de desaparecer, pero que por supuesto no puede afirmarse que sea mejor que cualquier otra... y todo esto para conseguir votos.
Para ellos todo lo castellano es bueno en sí mismo, y se olvidan de los toros asesinados cruelmente en las fiestas populares, el integrismo católico, pero sobre todo, del individualismo de las gentes castellanas, que hunde sus raíces en la pequeña propiedad de la tierra y que ha producido un profundo adormilamiento en la sociedad que es alimentada a diario por la religión.
Quizá los castellanistas al sublimar o idealizar tanto lo castellano, se olvidan de que el presidente del Gobierno es [fue] castellano, el policía de su barrio es castellano... y sobre todo, de que la «Castilla de las Comunidades» y sus comuneros fue simplemente la rebelión de una burguesía incipiente contra la autoridad de un monarca que no garantizaba su independencia política y económica. Para colmo, los héroes de la rebelión eran burgueses [o de la pequeña nobleza urbana] y militares como Padilla, Bravo y Maldonado, o pertenecían a una Iglesia que temía la llegada de los protestantes del norte, como el obispo de Zamora. En fin, lo único que hicieron fue manipular y engañar al pueblo con la idea de una sociedad más justa que nunca habría llegado a plasmarse.
Después de todo esto, sólo nos queda decir que nacionalismo y patriotismo, nada tienen que ver con el amor de una persona hacia el lugar donde vive y todo cuanto le rodea, por eso expresamos nuestro profundo respeto hacia l@s que se sienten vallisoletanos, castellanos, vascos, albaceteños, andaluces, etc.
EL NACIONALISMO ES UNA PESTE PARA LA HUMANIDAD.
NI NACIONALIDADES NI RAZAS: LO QUE NOS SEPARA ES LA CLASE SOCIAL.
AMOR Y RABIA
21/04/2006