Encerrados entre cuatro paredes, literalmente emparedados, teniendo que pedir permiso para salir... nos han devuelto a la escuela. Y, mientras tanto, a nuestro alrededor todo cambia para peor. La situación del mercado laboral da miedo, la dependencia de recibir dinero del Estado hace que mucha gente (40% de paro, 9 millones) tenga los nervios a flor de piel, y mientras tanto el Estado sufre una enorme pérdida de ingresos y se dedica a endeudarse, lo que dará lugar a fuertes recortes. Hoy, más que nunca, es hora de organizarse de manera militante para defender nuestros intereses en esta fase de la guerra de clases.
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Desde el Confinamiento,
N°20:
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