lunes, 27 de septiembre de 2021

Desde el Confinamiento, N°. 39

EDITORIAL: La vida como desobediencia

A finales del año 1859 era ahorcado John Brown tras su intento fallido de asaltar el mayor arsenal de los EEUU, para repartir armas entre los esclavos del Sur y provocar así una gran rebelión. Brown fue tachado por las mentes «bien pensantes» de loco y fanático (un «terrorista» cómo se definiría hoy día ‘políticamente correcto’), pero le guiaba un gran ideal: la IGUALDAD. Igualdad de todos los seres humanos que no respetaba una institución legal —en su momento— como la esclavitud. Días después, tras rechazar el consejo de los precavidos y temerosos de mantener silencio, Thoreau tuvo el coraje de no callar y pronunció una charla en defensa de Brown. No compartiría sus métodos violentos, pero no los condenó (como muchos pacifistas actualmente hubiesen hecho), porque sería algo superficial y vacuo igualar la violencia de los oprimidos con la de los opresores, no es lo mismo el uso de la fuerza para oprimir a tus semejantes como para liberarlos. El verdadero culpable es el sistema que mantiene esas condiciones injustas. Mientras existiese la esclavitud (como hoy cualquier tipo de explotación) toda respuesta contra ella es válida, Thoreau bien lo sabía.

A Thoreau se le conoce, a través de Tolstoi y Gandhi, como el autor del panfleto DESOBEDIENCIA CIVIL. Una resistencia activa ante las leyes injustas, aunque su defensa de Brown añadía más que la simplista ‘no violencia’. Ante toda ley injusta y abusiva el desacato es norma. Da igual el tipo de gobierno, sea democrático o dictatorial, el poder que se ejerce desde arriba solo existe porque los de abajo lo aceptan y se someten voluntariamente o a la fuerza, lo cual da más poder a unos pocos. Los gobernantes son una minoría que solo representan los intereses de otra minoría influyente, sin tener en cuenta al resto de la población. La desobediencia, la rebelión de las clases populares refuerzan lo que entendemos como verdadera democracia, porque la democracia si no es directa no es tal, para ello es necesaria la participación y decisión de todos, de lo contrario es abuso de autoridad. La democracia formal no es real, la democracia representativa no es verdadera democracia directa, los derechos a la rebelión y la disidencia forman parte del concepto democracia. Thoreau con su actitud y mentalidad no se desentendía de sus obligaciones sociales, como pretenden dar a entender algunos, sino todo lo contrario. Al negarse a pagar impuestos fue porque no cumplían su verdadera función social, que solo servían para sostener una guerra imperialista, un sistema que admitía la esclavitud o a una confesión religiosa de la que no formaba parte. ¿Y se le tilda de individualista?

Su ‘individualismo’ se reduce a lo que cada cual puede hacer por sí mismo, sin necesidad de esperar a lo que hagan los demás, no es una actitud egoísta, como se pretende hacer ver. Mientras la finalidad sea por el bien común, cualquiera puede hacer algo. La organización de las individualidades sería el siguiente paso. El ejemplo es la mejor forma de convencer a los demás, y ese fue su comportamiento político en esencia. Sin moral no hay política que valga, sino sería crematística. Los valores consumistas y mercantilistas prevalentes ya los denunció en sus comienzos. Su amor a la vida salvaje le convierte en un proto-ecologista, ya que reconocía que somos parte de la Naturaleza.

Otro ejemplo suyo digno a tener en cuenta es su rechazo a la guerra de EEUU con México, guerra expansionista de la cual se anexionó la mitad del territorio mexicano; primer paso hacia su hegemonía mundial en nombre de un supuesto «Destino Manifiesto». Acostumbrados que estamos de ver últimamente las consecuencias de tal imperialismo, criticarlo es lógico y necesario, porque quienes nos gobiernan no pueden actuar de esa manera en nombre nuestro y más mostrando una servil condescendencia con la potencia norteamericana a la que están subordinados. Por su actitud hoy día de Thoreau se hubiese dicho que estaba al servicio del gobierno mexicano o que fuese agente del general Santa Anna (acusación similar hacía quienes condenaban los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia y Libia o la intromisión vergonzosa de Occidente en Siria y Venezuela). Mientras muchos de sus compatriotas, como buenos ciudadanos, sostenían con sus impuestos tal invasión, él se negó a pagarlos y, por ello, fue encarcelado levemente (ya que otra persona pagó «responsablemente» por él). Pero su gesto insumiso ahí dejó constancia. Thoreau también denunció por escrito, en su momento, tal intervencionismo militar, al contrario de otros intelectuales occidentales que en tiempos recientes lo han justificado en nombre de la democracia y los derechos humanos (sabiendo que son otros los intereses), los cuáles (mantenidos por las subvenciones) ni a la suela del zapato le alcanzan desde un punto de vista ético.

Con este número de Desde el Confinamiento os ponemos algo más de un punto de vista político merecedor a tener en cuenta. E invitaros a una nueva relectura de la obra de este disidente americano, que resultó ser también global.

jueves, 16 de septiembre de 2021

DIGITALIZACIÓN: Revista Amor y Rabia, N°. 31, "Bakunin. Biografía de un rebelde"

EDITORIAL (16 de noviembre de 1996): La fé actual

Quienes defendemos la razón a la hora de analizar la realidad que nos rodea, frente al análisis basado en dogmas, tenemos en la actualidad que hacer frente a un enemigo tan poderoso, al menos, como lo fue la religión en el pasado: el ”pensamiento único”, tal como lo ha denominado Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique.

El mercado: he aquí el gran argumento, el gran chantaje. Si antaño se decía al pueblo que se sacrificase en el hoy, a cambio de un regalo futuro (el paraíso) cuando muriese, que nos concedería un tal dios si habían sido lo suficientemente sumisos a los intereses de los poderosos, hoy el mensaje es que han de sacrificarse los sueldos, la sanidad, las pensiones, la educación, la estabilidad en el trabajo… en definitiva, las garantías más mínimas para no morirse de hambre, para que el mercado mundial vea que estamos dispuestos a darlo todo por la santa competitividad, estar en la UE o ser rentables y, de esta forma, tener la posibilidad de que el mercado se fije en nosotros y en el futuro, tal vez, se digne a invertir y nos garantice un futuro mínimamente seguro.

En la era de la mundialización del capital, en que las multinacionales dominan el mundo y los estados-nación surgidos tras la Revolución Francesa han perdido todo control de la economía, el final del estado del bienestar se nos presenta como una necesidad. Tal vez alguien todavía se acuerde de lo que existía antes. Y si no hay nadie, echemos un vistazo a Portugal, que está aquí al lado: recientemente se ha vuelto a legalizar el trabajo infantil, y para poder visitar a los amigos o parientes que estén en los hospitales, es necesario pagar entrada para hacer rentable el hospital. Y es sólo el comienzo… Nadie está a salvo. Y será mejor que nos metamos en la cabeza que la única defensa contra la que se nos está echando encima es unirnos. La unión sigue haciendo la fuerza, y ahora más que nunca.



sábado, 11 de septiembre de 2021

DIGITALIZACIÓN: Lügen und Kriege, N°1

Lügen und Kriege (Mentiras y guerras) es una publicación creada por el editor de  la revista Amor y Rabia en su primera etapa, tras su marcha a Alemania. Lügen und Kriege, publicación de la que se publicaron tres números, se crea como suplemento antimilitarista de otra revista, Papiertiger, para  denunciar la agresión de la OTAN contra Yugoslavia y destapar las mentiras de los medios de comunicación durante la Guerra de Kosovo (1998/1999).

Este primer número, contiene el texto The Bosnian tragedy de Sara Flounders (International Action Center, 1995), que es parte de su muy recomendable libro NATO in the Balkans: Voices in Opposition, denunciando las actividades de la OTAN en los Balcanes. El texto se publicó en inglés debido a la imposibilidad de havcer una traducción deprisa y corriendo, y en la creencia de que un texto en inglés no sería un problema. Craso error. Los siguientes números estarán todos escritos en alemán.





jueves, 9 de septiembre de 2021

Desde el Confinamiento, N°38

EDITORIAL: Parar a la extrema derecha

El fascismo, surgido originalmente como un instrumento para aplastar el movimiento obrero revolucionario, y convertido más tarde en pilar ideológico del proyecto hegemónico mundial de Alemania, tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial el fascismo pasó a convertirse en una marioneta al servicio del poder. Durante la Guerra Fría fue utilizado por la OTAN para camuflar su estrategia para desestabilizar gobiernos contrarios a los intereses de EEUU (redes Gladio, Cóndor, WACL, etc.), recuperando el papel de matón que tuvo en sus inicios.

Al final de la Guerra Fría pasó a ser un instrumento de la socialdemocracia: en los 80 el Frente Nacional de Le Pen creció gracias a los medios de comunicación por orden de François Mitterrand, líder socialista que fue durante la Segunda Guerra Mundial alto cargo del gobierno colaboracionista con los nazis (todo ello denunciado en el libro de Pierre Péan Une jeunesse française, publicado en 1994). Y en España, las tramas ultras durante la Transición favorecieron la estrategia del “voto útil” del PSOE que llevó a Felipe González al poder.

Hoy día, la “lucha contra la extrema derecha” fue el lema utilizado por el PSOE y Podemos para llegar al poder y llevar a cabo una política tan neoliberal como al de la extrema derecha que decían querer parar. De la misma forma, la “lucha contra la extrema derecha” es uno de los lemas de los nacionalistas supremacistas catalanes, que al mismo tiempo llevan a cabo homenajes a personajes cercanos al fascismo como los hermanos Badia, torturadores de anarquistas durante la Segunda República.

Como tantas otras cosas, la “lucha contra el fascismo y la extrema derecha” ha perdido su significado original. Hoy día es un instrumento del progresismo neoliberal e identitario para hacerse pasar por izquierdistas, a pesar de que rechazan la igualdad, pilar fundamental de la izquierda en su lucha por una sociedad más justa. 

La instrumentalización del uso del fascismo por el progresismo neoliberal para hacerse pasar por izquierdista mientras lleva a cabo políticas derechistas está distanciando cada vez más a la juventud de la izquierda. Algo lógico, ya que diariamente ven al “gobierno más progresista de la historia” llevar a cabo políticas que aumentan la desigualdad social y favorecen a los privilegiados. Hay que abandonar la palabrería hueca del “parar a la extrema derecha” y sustituirla por la lucha por el reparto de la riqueza antes de que sea tarde.


Los textos que incluimos en este numero son los siguientes:




- Los anarquistas de Freedom Press y las Fuerzas Armadas de Su Majestad, por la Military Intelligence, Section 5 (MI5)