domingo, 18 de junio de 2023

Boletín Amor y Rabia, número especial dedicado a Paco Baticón

EDITORIAL: Romper el silencio

La historia ha sido tradicionalmente un arma ideológica del poder, que la utiliza para justificar su existencia. Basta dar un repaso a sus orígenes en la antigua Grecia para ver que su verdadero papel era, y ha sido siempre, el hacer propaganda del poder. Por ello Clio, la musa griega de la historia, lo era al mismo tiempo de las sagas de héroes, y Herodoto, el padre de la historia en occidente, fue acusado por Tucídides de escribir novelas en lugar de análisis, inventándose los datos.

Se dice que la historia es la historia de los vencedores, y basta con repasar el pasado para ver que así es. Roma utilizó la historia para justificar sus brutales campañas militares, eliminando cualquier rastro de la historia de sus enemigos, como Cartago o Dacia, para así destruirlos después de derrotarlos. Es esta una función clave de la historia: mantener la lucha contra los enemigos del poder para asegurarse de que su destrucción es total, ahora y siempre. No es por ello extraño que los historiadores hayan recibido siempre prebendas del poder: Cesar escribió La guerra de las Galias para justificar su conquista, dandole la apariencia de documento oficial, los cronistas medievales eran pagados por la aristocracia para inventarse un pasado acorde con sus deseos, y en nuestros días los Estados se preocupan de archivar documentos que justifiquen en el futuro su política, mientras destruyen los que no convienen.

El anarquismo, como enemigo del poder, poco tiene que esperar de la historiografía, y buena prueba de ello es que su existencia es minimizada o directamente negada en los libros de historia contemporánea de Valladolid. El objetivo de esta revista es romper este silencio.


domingo, 4 de junio de 2023

Desde el Confinamiento, N°. 81: Pero tú, poeta, te mantuviste callado

EDITORIAL: Complicidad y Karma

Lo más terrorífico de la dictadura sanitaria no ha sido la presión bestial para lograr que la gente se inyectase unas terapias genéticas experimentales. Tampoco lo han sido sus víctimas, fruto de efectos secundarios que decían no existían,  como aseguró el ministro de sanidad alemán Lauterbach, el mismo que ahora reconoce que una de cada 2.500 personas que se ha vacunado ha sufrido efectos graves (definición que incluye la muerte). Ni lo son la ola de suicidios entre la juventud, o el un número no pequeño de personas se han quedado traumatizadas, quizás de por vida, y aún llevan puesto el bozal.

Lo más terrorífico ha sido el precedente que se ha creado, algo que se niegan a entender los que nos asociaban con la “extrema derecha”. El Capital y el Estado han comprobado, a nivel global, que usando el miedo y argumentos cientifistas pueden hacer lo que quieran, ya que tendrán el apoyo de un amplio sector de una población dispuesta a ayudar a aplastar a la disidencia, contando con el apoyo silencioso de las masas.

Igualmente grave es que también contarían con el apoyo de la izquierda, y muy especialmente del movimiento anarquista, que violando todos sus principios ha hecho oidos sordos a las advertencias de Stirner sobre el uso por el poder de argumentos basado en el “bien común” para aplastar las libertades individuales.  Noam Chomsky, sin ir más lejos, apoyó encerrar a quienes nos negamos a inyectarnos esa basura experimental, añadiendo que es nuestro problema como nos alimentamos, declaraciones que son para echarse a temblar. Nacido en el seno de una familia judía, Chomsky sufrió un antisemitismo en su juventud que justificaba encerrar en ghetos a los judíos, les impuso números clausus en las universidades y los comparaba con transmisores de enfermedades, pidiendo separarlos del resto de la sociedad.

Es el mismo odio que, sin acabar en un holocasto, se sembró en EEUU tras la Primera guerra mundial (“Red Scare”), y la Segunda (Caza de brujas o macarthismo). Ese mismo odio ha sido sembrado durante la pandemia, como bien saben quienes tenían que ir a trabajar durante el confinamiento. Y la izquierda no solo ha callado, sino que ha apoyado unas medidas del Estado y el Capital que han beneficiado fenomenalmente a los más ricos mientras destrozaba los sistemas sanitarios públicos.

Quienes creéis que callando lograreis que se olvide lo que se ha hecho con vuestra complicidad, os equivocáis. El poder ha aprendido a gobernaros con el miedo, y no tardará en volver a la carga.


domingo, 30 de abril de 2023

Desde el Confinamiento, N°. 79: La derrota de la OTAN en Ucrania

EDITORIAL: Retrasar lo inevitable

El problema del poder es que es por naturaleza indivisible: no se comparte, tiende a lo absoluto. Por ello, un Estado que ha logrado alcanzar la hegemonía jamás la entregará voluntariamente, cueste lo que cueste. He aquí la famosa soberbia o Hybris, que inevitablemente desemboca en lo que en la India llaman Karma.

Cuando, a finales del siglo XIX, surgieron grietas en la economía del Imperio Británico, la potencia hegemónica de la época, su reacción fue aprovechar su control de los principales engranajes de la economía de la época para poner en marcha a partir de 1907 mecanismos de guerra económica contra sus adversarios (Alemania y EEUU). No sirvió de nada, como pudo verse en el intento de hundir la economía alemana ese mismo año durante la crisis de Agadir (1)  y el verano de 1914 estalló una crisis financiera que hizo saltar por los aires los fundamentos del Patrón Oro, principal pilar de la hegemonía británica, pero casualmente estalló entonces la Primera Guerra Mundial, y la crisis pasó al olvido;  cuando acabó la guerra, EEUU, que había sido su principal financiador, se encontró con la negativa británica a pagar sus deudas, lo que dio lugar a enormes tensiones y e incluso a la planificación de guerras por ambos países (los Rainbow Plans de EEUU para invadir el Imperio británico y los planes británicos de invadir EEUU por Canadá). La intransigencia británica, debida a su negativa a aceptar el fin de su poder económico, fue un factor clave en el caos y la agonía global vigente durante el periodo de entreguerras.

Una situación similar ocurrió con el Capital alemán, que pese a ser derrotado en la Primera Guerra Mundial se negó a ceder en sus planes de hegemonía global, algo que fue alimentado por el Tratado de Versalles, la expresión escrita del deseo del Capital francés de someter a Alemania a toda costa. El intento de someter a un país que en esa época recibió un tercio de los Premios Nobel por su tecnología no era buena idea, dando lugar a una virulenta reacción, en forma de rearme clandestino en la URSS y la puesta en marcha de autarquía en los años 30, desembocando en los preparativos de una nueva guerra, en la que Francia fue aplastada. De nuevo, la soberbia llevó al desastre.

Hoy día, el intento occidental de someter a Rusia a toda costa, ignorando la relación de fuerzas real, es una expresión perfecta de la soberbia de un capitalismo occidental liderado por EEUU cuya hegemonía económica se resquebraja. No tardaremos en ver sus temibles consecuencias.

NOTAS

(1) Harold James (CEPR, 0207.2014): Lessons from the financial preparations in the lead-up to the first world war. Nicholas A. Lambert (2012): Planning Armageddon: British Economic Warfare and the First World War.


lunes, 6 de marzo de 2023

Desde el Confinamiento, N°. 76: Análisis militares de la guerra por Ucrania

 EDITORIAL: Tensiones en en la cúpula

Las grietas en el seno de la élite del poder en EEUU no paran de aumentar. La llegada al poder de Joe Biden, impulsada por la élite de Silicon Valley, que tuvo su máxima expresión en la destrucción de la red social Parler, fue seguida por un reguero de informaciones sobre constantes sabotajes por parte del Pentágono de las órdenes de Trump como presidente de EEUU, entre ellas:

  • mentirle sobre el número de tropas desplegadas en Siria, para impedir que las mandase retirarse del país, como reconoció Jim Jeffrey, representante de EEUU en la Coalición contra el ISIS (1)
  • usar filtraciones para desprestigiarle (2)
  • Mark Milley, jefe de Estado Mayor de EEUU, saboteó su táctica de amenazas contra China al comunicar al jefe del ejército de China diciéndole que no tenía que preocuparse, siendo acusado por ello de traición por Trump (3). Milley recibió el apoyo de Michael Mullen, su antecesor en el cargo, a pesar de que era falso que hubiese riesgo de guerra con China o que Trump preparase un “golpe de estado” (4).

Luego se supo que, en secreto, las élites de EEUU se encargaron de evitar que Trump fuera reelegido, como reconoció la revista Time (5). Esto demostró, nuevamente, que la llamada democracia es mero teatro que se anula cuando no sirve a los intereses de la élite.

Actualmente, la guerra en Ucrania ha desatado una lucha en la sombra entre el  Complejo Militar-Industrial de EEUU y el capital financiero: mientras el Pentágono dice que hay que parar la guerra, el Capital financiero se niega, ya que la necesita para llevar a cabo cambios en el seno del sistema financiero mundial. Hemos vuelto al periodo de entreguerras.

NOTAS

(1) “Siempre hacíamos juegos de trileros para no dejarle claro a nuestro liderazgo cuántas tropas teníamos allí”: Task & Purpose (13.11.2020): Top US official admits lying to Trump on American troop levels in Syria. Defense One (12.11.2020): Outgoing Syria Envoy Admits Hiding US Troop Numbers; Praises Trump’s Mideast Record.

(2) New York Post (17.11.2020): Leaks and lies as the military tries to undermine President Trump.

(3) Washington Post (14.09.2021): Top general was so fearful Trump might spark war that he made secret calls to his Chinese counterpart, new book says. CNN (14.09.2021): Woodward/Costa book: Worried Trump could ‘go rogue,’ Milley took secret action to protect nuclear weapons. New York Post (14.09.2021): Trump says Milley committed ‘TREASON’ if he talked to Chinese military.

(4) Politico (19.09.2021): Former Joint Chiefs chair: Nothing unusual about Milley’s contacts with China. Responsible Statecraft (15.09.2021): Were the US and China really on the brink of war last October?. CNN (14.07.2021): ‘They’re not going to f**king succeed’: Top generals feared Trump would attempt a coup after election, according to new book.

(5) “Trump tenía razón...” al hablar de “un esfuerzo concertado” contra el: Time (04.02,2021): The secret history of the shadow campaign that saved the 2020 election.