viernes, 30 de julio de 2021

DIGITALIZACIÓN: Revista Amor y Rabia, N°. 9, "El fascismo ¿...que viene?"

¡OJO CON EL ANTIFASCISMO!


Leer lo que ha escrito uno mismo a los veintitantos, un cuarto de siglo después, produce algo de sonrojo. Fundamentalmente por la ingenuidad que se gasta a esa edad. Pero más allá de ello, este editorial de Amor y Rabia pretende hacer una ineludible revisión crítica de lo que se escribió hace 25 años con la ventaja que da poder analizarlo todo con la perspectiva actual.


En la época en la que se escribió el número 9 de Amor y Rabia, hacía poco que había desaparecido la Unión Soviética, el comunismo ya no era una amenaza para las clases poseedoras occidentales y el capitalismo a ultranza ya lo invadía todo, recortando, precarizando, depauperando. Eso ya se refleja en el número de la revista; sin embargo, en aquel tiempo, ni por asomo nos imaginábamos a qué extremos podía llegar dicho proceso. No nos imaginábamos que la mayoría de los jóvenes no se iban a independizar de sus padres e iban a emigrar masivamente. No previmos las colas del hambre en los bancos de alimentos. No predijimos la destrucción de Yugoslavia, Libia, Irak, etc. bajo las “bombas humanitarias” del imperialismo. Pero también era impensable que la mayoría de la izquierda no moviera un dedo para impedir todo esto e incluso (como el caso de las agresiones otánicas a Yugoslavia o Libia) lo aplaudiera. Pecamos igualmente de ingenuos al creer que esta tendencia depredadora del sistema económico generaría inmediatamente una respuesta por parte de las masas. Nos equivocamos: ni la clase media se radicalizó y votó fascista ni los pobres hicieron nuestra ansiada revolución social.


En efecto, aquel número estaba lastrado por un error de base inducido por los medios de comunicación, a saber, que había un ascenso del fascismo análogo al de los años 30 del siglo pasado. No era así, en primer lugar, porque el contexto histórico no era el mismo: en los años 30 había una izquierda revolucionaria organizada, cosa que no existía en los 90 ni tampoco en la actualidad. Además, si la TV promociona una idea “revolucionaria”, a lo mejor es que la idea no es tan revolucionaria. Este aserto lo oí hace muchos años de boca de un veterano anarquista... Y cuánta razón tenía. Los mass media no promocionan nada que atente contra el sistema. Los relatos de agresiones fascistas a manos de grupos violentos como Bases Autónomas en los años 90 perseguían movilizar el voto de la izquierda desencantada con la izquierda sistémica (PSOE, IU) a favor de esos partidos. “Si eres de izquierda vota al PSOE, aunque no estés de acuerdo con sus políticas neoliberales, porque peor es un régimen como el de Franco o Hitler”. Ése era el verdadero mensaje del sistema. Dicho mensaje, por cierto, se ha vuelto a reproducir por parte de los medios usando como espantajo, esta vez, a Vox, logrando que mucha gente, supuestamente crítica, vote a cualquiera de los partidos de esa coalición de “izquierda” que lame las botas al nuevo inquilino de la Casa Blanca, que no ha parado los desahucios y que ni siquiera ha impedido el robo a mano armada que ha sido la subida de la factura de la electricidad. Y es que el antifascismo siempre ha sido un cajón de sastre en el que cabe casi todo, también el liberalismo, o mejor dicho, el neoliberalismo. ¡Ojo con el antifascismo!


Esto no quiere decir que el número no valga para nada. Al contrario, aparte de proporcionar información valiosa sobre los entresijos del fascismo residual (el posterior a la Segunda Guerra Mundial), ilustra como la ingenuidad y la incapacidad de elaborar un discurso independiente del de los mass media te puede convertir, sin quererlo, en un tentáculo del sistema que quieres atacar. De sabios es rectificar y aprender de los errores del pasado.



domingo, 25 de julio de 2021

Desde el Confinamiento, N°36

EDITORIAL: ¿El principio del fin?


Mientras los monigotes puestos a cargo de los estados se dedican a marear la perdiz con el espantajo del Coronavirus, detrás del dcorado de la escena internacional está teniendo lugar un enfrentamiento soterrado cada vez más peligroso. Biena muestra de ello es el creciente despliegue militar occidental en las aguas del Mar de China, con presencia de la marina francesa y británica. La creciente presencia de las antiguas potencias coloniales en Asia, que en el caso británico se ha anunciado permanente, es paralela al despliegue militar de EEUU y sus aliados en el Mar Negro. Un reciente incidente, en el que la fragata británica HMS Defender entró de manera provocativa en las aguas territoriales rusas, dio lugar a una escalada inmediata por parte del ejército ruso: se enviaron barcos de guerra que dispararon salvas de advertencia para forzar al intruso a retirarse, mientars aviones de combate ponían a la embarcación británica en el punto de mira de sus sistemas de ataque; posteriormente, la portavoz del gobierno ruso denunció que la provocación había sido seguida de cerca por un despliegue aéreo del pentágono, y advirtió que se había dado orden de disparar de inmediato a hundir cualqueir embarcación que prenetre en el espacio ruso.


Estos juegos de guerra son paralelos a una creciente escalada de provocaciones en torno a las dos potencias euroasíaticas: las “revoluciones de colores” en Hong Kong y Bielorrusia, y el apoyo a grupos etnicistas que buscan provocar el estallido de una guerra civil en Myanmar, son buena muestra de la siembra del caos por las potencias occidentales; y hay que dejar constancia de que, en todos estos casos, siguiendo el modelo de Siria, el movimiento anarquista de manera casi unánima se ha puesto del lado del bando estadounidense.


Estos ruidos de sables son parte de la estrategia de Washington para domar a China, por negarse a ser sacrificada en el altar neoliberal para que el sistema financiero global controlado por EEUU pueda seguir funcionando. Y la pandemia se ha convertido en el instrumento perfecto para ello, al permitir fracturar las cadenas globales de suministro, arterias de la economía globalizada. La escasez de contenedores actual, provocada por las “medidas contra el Coronavirus” occidentales, y su acumulación en los puertos de EEUU, está provocando una creciente carencia de todo tipo de materias primas, y amenaza con provocar un brusco frenazo de una economía global que algunos avisan podría dar lugar a una crisis mayor que la Gran Depresión, provocada por el derrumbe del mercado global en los años 30. ¿Será ese el famoso Great Reset?


Los textos que incluimos en este numero son los siguientes:


- Contra el feminismo carcelario, por Victoria Law


- Contra el feminismo punitivo, por Ricardo Dudda


- Contra el feminismo punitivo: Herramientas para destruir la casa del amo, por Laura Macaya Andrés





viernes, 9 de julio de 2021

DIGITALIZACIÓN: Revista Amor y Rabia, N°. 2, "Ruanda. Un genocidio a través del mercado"

Siguiendo la linea establecida en el primer número, el segundo número de la revista Amor y Rabia consistirá en una denuncia del papel clave del capitalismo neoliberal y de los misioneros católicos en el brutal genocidio que tuvo lugar en Ruanda en 1994, y que fue convenientemente ocultado por los medios de comunicación occidentales. Este análisis tuvo una segunda parte meses después, en el número 18, en el que se denunciaba la intervención "humanitaria" francesa para salvar los restos del régimen genocida derrocado por el FPR. Ambos números incluyen infográficos para ilustrar lo ocurrido, realizados a mano con plantilla, y que se han vuelto a crear para esta digitalización, incluyendo colores de los que carecía que el número original, en blanco y negro. Este número contiene, entre otras informaciones, los siguientes artículos:

  • RUANDA. Un genocidio a través del mercado (1a parte: de la colonización al hundimiento de la economía), por Rabioso
  • A propósito del difunto François Mitterrand, por Rabioso
  • La poesía de Cesar Vallejo, por Eróstrato
  • El principio del epílogo, por Fernando Fernán Gómez.





domingo, 4 de julio de 2021

DIGITALIZACIÓN: Revista Amor y Rabia, N°. 21, "SIDA. El gran engaño"

El número 21 de la revista Amor y Rabia es destacable por varios motivos: en primer lugar, por ser el primer número con la portada a color (en serigrafía, gracias al compañero Moreno), lo que hizo que llamase especialmente la atención. En segundo lugar, porque debido a la difusión que alcanzaba la revista favoreció la difusión de la crítica a la versión oficial el tema, que era poco conocida; de hecho, este número aparece citado en el capítulo XIX, nota 229 del muy recomendable libro "Invertidos y rompepatrias. Marxismo, anarquismo y desobediencia sexual y de género en el Estado español (1868-1982)", de Piro Subrat, que considera a la revista Amor y Rabia como "uno de los referentes editoriales libertarios de la península ibérica" (el libro entero puede descargarse por capítulos en formato PDF aquí, o comprarse en La Malatesta aquí). Y, en tercer lugar, porque el grupo Amor y Rabia se dedicaría posteriormente a difundir la crítica a la versión oficial de manera activa, con propaganda y actos públicos, consiguiendo combatir de manera efectiva la inmensa propaganda de terror hacia el sexo que llevaron a cabo los medios de comunicación en aquella época, y que de la noche a la mañana desapareció tan rápido como había aparecido.

El contenido de la revista se limita a dos textos:

  • ¿Qué se oculta en la batalla contra el SIDA?, de Pau Pons, que había sido publicado en el Nº. 81 de la revista El Viejo Topo (enero de 1995, págs. 24-31).
  • SIDA: el gran engaño, resumen de un informe de febrero de 1995 realizado por las Juventudes Libertarias y el Sindicato de Oficios varios de CNT de Benissa (Alicante)