domingo, 3 de mayo de 2020

Desde el Confinamiento, N°19

Las palabras son armas: basta recordar el miedo y odio que genera en los propagandistas y defensores del sistema la palabra comunismo. De la misma manera temían antaño palabras como huelga, sabotage, solidaridad, sindicato o conciencia de clase, y por ello sus perros de presa de intentaron adueñar de las palabras enemigas del sistema: en Alemania, los nazis se llamaban nacional-socialistas, y en España los falangistas se autodenominaban nacional-sindicalistas. De la misma manera, el capitalismo de la precariedad, sucesor al industrial, se dedica a favorecer el robo de palabras y la creación de conceptos borrosos, pura retórica, con el objetivo de provocar una balcanización de la izquierda. Este fenómeno se llama Posmodernismo, y basta darse cuenta de cómo lo difunden los medios de propaganda del poder para darse cuenta de la importancia que para ellos tiene esta peste ideológica, y por ello de la necesidad de combatirla.

Contenido Desde el Confinamiento, N°19:

No hay comentarios:

Publicar un comentario