En este número rescatamos una polémica que tuvo lugar en EEUU hace algunos años sobre Thoreau, pensador que se ha ganado a perpetuidad un puesto entre aquellas personas consideradas precursoras del anarquismo y reverenciado por el movimiento ecologista. La polémica se inició con el texto ”Pond Scum” (escoria estancada), publicado por The New Yorker el 19 de octubre de 2015; su autora, Kathryn Schulz, que ganaría en 2016 el Premio Pulitzer, cuestionó la validez de Thoreau como guía moral.
Thoreau no es nuevo para Amor y Rabia: en 1997 publicamos en nuestra revista (número 32) su famoso texto “Resistance to Civil Government” (1849), bajo el título “Desobediencia Civil”, que fue un texto de referencia del movimiento de objeción de conciencia al servicio militar, primero, y más tarde del movimiento de Insumisión al servicio militar, del cual surgimos nosotros. Por ello, y por la permanencia del interés sobre Thoreau, facilmente comprobable en el número de libros sobre él y sus ideas que se venden en La Malatesta, esta polémica es especialmente interesante. ¿Es todavía actual, o han perdido consistencia sus ideas con el paso del tiempo? ¿Fue quizás un espejismo, un malentendido, lo que provocó la atracción hacia el personaje histórico y sus ideas? ¿O estamos aquí ante un ejemplo más de la Cancel Culture (cultura de la cancelación), aberración en boga hoy día en EEUU, que no tiene nada que envidiar a los iconoclastas bizantinos o la Inquisición?
Una lectura del texto de Schultz pone de manifiesto que sus argumentos no son superficiales sino bien elaborados, de la misma forma en que las respuestas a su texto que han salido en defensa de Thoreau. Es interesante destacar, como hace la propia Schultz, que la reacción de los amantes de Thoreau ha sido muy comedida, cuestionando su interpretación, pero sin echársela al cuello como la ha pasado en otros casos. De hecho, como expone Donovan Hohn en “Everybody Hates Henry David Thoreau” (Todo el mundo odia a Henry), el texto de Schultz ha servido para que muchas personas pudieran dar rienda suelta a su cansancio hacia un personaje y su obra, envuelta en un aura de perfeccción artificial. Sin embargo, la lógica perversa de la cultura de la cancelación anglosajona apesta a hipocresía puritana, precisamente lo que Schultz echa en cara a Thoreau. Ese puritanismo, que nos llevaría a vaciar bibliotecas enteras sin obtener nada a cambio, es el enemigo a batir.
Los textos que incluimos en este numero son los siguientes:
- EDITORIAL: Placer iconoclasta
- Escoria estancada. La miopía moral de Thoreau, por Kathryn Schulz
- Todo el mundo odia a Henry, por Donovan Hohn
- En defensa de Henry David Thoreau, por Jason Mark
- Rozando la superficie del estanque de Walden, por Mark Ernest Pothier
- En defensa de Thoreau, por Jedediah Britton-Purdy
- Lo sentimos, New Yorker, pero Thoreau es más relevante que nunca, por Richard B. Primack y Abraham J. Miller-Rushing