jueves, 16 de septiembre de 2021

DIGITALIZACIÓN: Revista Amor y Rabia, N°. 31, "Bakunin. Biografía de un rebelde"

EDITORIAL (16 de noviembre de 1996): La fé actual

Quienes defendemos la razón a la hora de analizar la realidad que nos rodea, frente al análisis basado en dogmas, tenemos en la actualidad que hacer frente a un enemigo tan poderoso, al menos, como lo fue la religión en el pasado: el ”pensamiento único”, tal como lo ha denominado Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique.

El mercado: he aquí el gran argumento, el gran chantaje. Si antaño se decía al pueblo que se sacrificase en el hoy, a cambio de un regalo futuro (el paraíso) cuando muriese, que nos concedería un tal dios si habían sido lo suficientemente sumisos a los intereses de los poderosos, hoy el mensaje es que han de sacrificarse los sueldos, la sanidad, las pensiones, la educación, la estabilidad en el trabajo… en definitiva, las garantías más mínimas para no morirse de hambre, para que el mercado mundial vea que estamos dispuestos a darlo todo por la santa competitividad, estar en la UE o ser rentables y, de esta forma, tener la posibilidad de que el mercado se fije en nosotros y en el futuro, tal vez, se digne a invertir y nos garantice un futuro mínimamente seguro.

En la era de la mundialización del capital, en que las multinacionales dominan el mundo y los estados-nación surgidos tras la Revolución Francesa han perdido todo control de la economía, el final del estado del bienestar se nos presenta como una necesidad. Tal vez alguien todavía se acuerde de lo que existía antes. Y si no hay nadie, echemos un vistazo a Portugal, que está aquí al lado: recientemente se ha vuelto a legalizar el trabajo infantil, y para poder visitar a los amigos o parientes que estén en los hospitales, es necesario pagar entrada para hacer rentable el hospital. Y es sólo el comienzo… Nadie está a salvo. Y será mejor que nos metamos en la cabeza que la única defensa contra la que se nos está echando encima es unirnos. La unión sigue haciendo la fuerza, y ahora más que nunca.



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